15.9.06

Rapid infancy weight gain and subsequent obesity: systematic reviews and hopeful

Ong KK, Loos RJ. Acta Paediatr. 2006 Aug;95(8):904-8.
In a systematic review, we identified 21 separate studies with data on the association between rapid infancy weight gain, up to age 2 y, and subsequent obesity risk. Uniformly all studies reported significant positive associations.We transformed the reported effect sizes to a standard infancy weight gain exposure, and found that further differences in study design accounted for much of the variation in risk. An accompanying paper by Melinda Yeung reminds us that there are benefits of postnatal catch-up growth in certain populations, and suggests that genetic and nutritional factors could moderate the unhealthy translation of rapid infancy weight gain to visceral fat and insulin resistance.Further evidence is needed, and we will need to rigorously test the benefits and risks of any interventions. However, the concept of "healthy" rapid catch-up infancy growth is an attractive prospect.
CONCLUSION: Rapid infancy weight gainis consistently associated with increased subsequent obesity risk, but the predictive ability of different weight gain cut-offs needs to be tested.

14.9.06

Alta confiabilidad del reporte paterno respecto de la salud mental de sus hijos

Alta confiabilidad del reporte paterno respecto de la salud mental
de sus hijos
Ford T, y col. BMJ. 2005;331:1435-7

Objetivos
Establecer cuán predictivas de trastornos psiquiátricos son las percepciones de los padres respecto de las dificultades psicológicas de sus hijos, y proveer estrategias simples para ayudar a los médicos a identificar durante su práctica clínica a los niños que requieren ser derivados a un servicio de salud mental.

Diseño
Análisis secundario y retrospectivo de datos epidemiológicos de la Evaluación Nacional de Desarrollo y Bienestar (EByD) de Gran Bretaña de 1999.

Lugar
King’s College London, Institute of Psychiatry, Department of Child and Adolescent Psychiatry.

Pacientes
Datos de 10.438 niños de 5 a 15 años.

Descripción de las pruebas y del test de referencia.
La EByD recabó información de padres, maestros y jóvenes de 11 años o más para diagnosticar trastornos psiquiátricos de acuerdo a los criterios del Manual de Diagnóstico y Estadísticas de los Trastornos Mentales (DSM IV). Los padres fueron interrogados sobres si sus hijos presentaban “hiperactividad”, “problemas de conducta” y “problemas emocionales”, y si los maestros se habían quejado de su nivel de concentración, actividad, o impulsividad.

Resultados principales
El poder predictivo negativo de la opinión de los padres fue alto, lo que sugiere que los profesionales de la salud podrían quedarse tranquilos si los padres no se muestran preocupados por la salud mental de sus hijos. Ver tabla 1.

Se identificó un trastorno psiquiátrico en la mitad de los niños cuyos padres refirieron preocupación.

Muchos de los niños en quienes sus padres identificaron dificultades, tenían problemas significativos, aún sin alcanzar a cumplir los criterios para un diagnóstico psiquiátrico según el DSM IV.

Los padres fueron muy precisos para identificar trastornos de conducta. El reporte paterno de “problemas de conducta”, se asoció a un aumento de la probabilidad de diagnosticar un trastorno psiquiátrico de cualquier tipo.

El reportes de los padres respecto de la preocupación de los maestros fue más predictivo de trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) que la sola preocupación de los padres; mientras que el poder predictivo positivo fue particularmente elevado cuando ambos (padres y maestros) mostraron preocupación.

Conclusiones
La mitad de los niños cuyos padres están preocupados por su salud mental, presenta un trastorno psiquiátrico; otros tienen niveles subclínicos de psicopatología.

Cuando los padres muestran preocupación sobre atención y actividad, el preguntar si los maestros también están preocupados, puede ayudar a identificar a los niños que merecen una derivación a un servicio especializado.

Los profesionales deberían interrogar sobre temas de salud mental en niños, ya que los padres pocas veces traen estas preocupaciones espontáneamente.

Tabla 1: precisión de las preocupaciones parentales sobre las emociones, conductas y nivel de actividad de sus hijos. Los valores están en porcentaje (con intervalos de confianza 95%)

reporte de los padres

Prevalencia (%)

Poder predictivo

Sensibilidad

Especificidad

Positivo

Negativo

ALGÚN TRASTORNO PSIQUIÁTRICO

9,4

Al menos un problema

9,5

47,2 (44,1 - 50,3)

94,6 (94,1 - 95,0)

47,8 (44,7 - 51,0)

94,4 (94,0 - 94,9)

Más de un problema

2,9

70,5 (64,9 - 75,6)

92,4 (91,8 - 92,9)

21,4 (18,8 - 24,1)

99,1 (98,9 - 99,3)

Problemas de conducta

5,5

60,5 (56,4 - 64,5)

93,5 (93,0 - 94,0)

35,2 (32,2 - 38,3)

97,6 (97,3 - 97,9)

Problemas emocionales

4,1

52,2 (47,4 - 57,0)

92,4 (91,9 - 92,9)

22,9 (20,3 - 25,7)

97,8 (97,5 - 98,1)

Hiperactividad

3,4

45,2 (39,9 - 50,6)

91,8 (91,3 - 92,4)

16,3 (14,0 - 18,7)

98,0 (97,6 - 98,2)

TRASTORNO DISOCIAL

4,8

Problema de conducta

5,5

46,5 (42,4 - 50,7)

97,6 (97,3 - 97,9)

53,0 (48,5 - 57,4)

96,9 (96,6 - 97,3)

TRASTORNO EMOCIONAL

4,3

Problemas emocionales

4,1

28,1 (23,9 - 32,6)

96,8 (96,4 - 97,1)

27,1 (23,1 - 31,5)

96,9 (96,5 - 97,2)

DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

2,2

Hiperactividad

3,4

23,2 (18,9 - 27,9)

98,5 (98,3 - 98,7)

35,3 (29,2 - 41,9)

97,3 (97,0 - 97,6)

Preocupación del maestro sobre hiperactividad

3,7

35,3 (30,6 - 40,4)

99,0 (98,8 - 99,2)

58,2 (51,6 - 64,6)

97,6 (97,3 - 97,9)

Reporte del padre y preocupación del maestro sobre hiperactividad

0,8

62,1 (51,0 - 72,3)

98,3 (98,0 - 98,5)

23,3 (18,0 - 29,3)

99,7 (99,6 - 99,8)

11.9.06

Evaluación de Tecnologías Sanitarias.Aplicaciones clínicas de las otoemisiones acúsiticas

Evaluación de Tecnologías Sanitarias
Aplicaciones clínicas de las otoemisiones acústicas

Tabla 1: características operativas de la audiometría por otoemisiones acústicas.

Prueba de referencia

Potenciales evocados

Audiometría con refuerzo visual y distracción

Sensibilidad

50 a 100%

39 a 94%

Especificidad

52 a 95%

68 a 94%

Tasa de falsos positivos

0 a 50%

6 a 45%

Tasa de falsos negativos

5 a 48%

6 a 32%


Existe consenso para la utilización de la audiometría por emisiones acústicas para el rastreo de deterioro auditivo en neonatos y en niños incapaces de ser evaluados a través de pruebas convencionales, con el objetivo de diagnosticar trastornos de la audición en etapas más tempranas que con los métodos habituales, con el fin de intervenir oportunamente.

A pesar de no ser utilizada rutinariamente, el Ministerio de Salud de la Nación de Argentina avala esta indicación para bebés y niños pequeños y como parte del estudio previo a la colocación de implantes cocleares.
Los grupos de neonatos de alto riesgo en los que la tecnología es particularmente útil como método de rastreo son aquellos con los siguientes factores de riesgo: internación en unidad de cuidados intensivos neonatológicos, historia familiar de daño auditivo, infección perinatal (sospechada o confirmada) peso al nacer menor a 1,5kg, deformidad cráneo-facial, asfixia durante el nacimiento, parto distócico, anormalidad cromosómica e hiperbilirrubinemia o exsanguinotransfusión.

También se podría considerar su uso para el diagnóstico de sujetos potencialmente simuladores, pacientes con deterioro cognitivo, diagnóstico diferencial topográfico auditivo, como prueba complementaria en el neurinoma del nervio acústico, y para el monitoreo de drogas ototóxicas, y del daño por exposición al ruido
[7]. A pesar de que podría contemplarse provisionalmente su uso en pacientes con acúfeno profundo y para el Síndrome de Meniére, aún se requiere mayor investigación clínica para avalar su uso. No se encontraron recomendaciones locales sobre usos de la AOEA en adultos.